martes, noviembre 14, 2006

Vergüenza a flor de piel
El rubor es una reacción natural ante estímulos físicos o psicológicos, pero el miedo a sonrojarse, sobre todo en situaciones sociales, puede derivar en un trastorno mental.
Como un tomate. La cara de algunas personas se vuelve literalmente roja cuando pasan vergüenza. El rubor es una reacción fisiológica natural ante estímulos físicos -cambios de temperatura, esfuerzo, consumo de alcohol...- o psicológicos -ansiedad, nervios, vergüenza...- y hay individuos más propensos porque tienen la piel más clara, más fina o con mayor densidad de pequeños vasos sanguíneos. Ciertos sujetos atraviesan un verdadero tormento cuando les salen los colores, hasta el punto de que evitan las situaciones que asocian al enrojecimiento facial. Cuando ese temor a sonrojarse adquiere la categoría de una fobia, algunas personas se plantean someterse a tratamiento psicológico. Otras prefieren un método más expeditivo y optan por la cirugía: la simpatectomía torácica consiste en la extirpación de unos ganglios del sistema nervioso simpático que controlan la circulación de la sangre en la parte superior del cuerpo y está indicado en algunos casos extremos de enrojecimiento facial.
El psicólogo Antonio Luis Maldonado, del Centro Psicológico Alborán de Granada (España), explica que el rubor forma parte de la reacción de los seres humanos frente a una situación peligrosa, que implica cambios como el aumento del ritmo cardiaco, la tasa respiratoria y la tensión arterial o la dilatación de las pupilas. Esta respuesta inmediata prepara al sujeto «para luchar o huir»: con esos cambios mejora su visión periférica, activa su musculatura y, a causa de la «vasoconstricción periférica», previene un desangramiento en caso de resultar herido. A diferencia de los animales, recuerda, los humanos somos capaces de ejercitar esta respuesta ante una situación peligrosa no real, sino imaginaria.
«Hay que dejar totalmente claro que el rubor ni es una enfermedad ni es un trastorno psicológico, sino que es una reacción fisiológica totalmente normal -insiste Maldonado-. Lo que es un trastorno psicológico es la fobia o el miedo al rubor, también llamada ereutofobia» (del griego 'ereutos', 'rojo', descrita por primera vez en el siglo XIX).
El psicólogo explica que el rubor facial llega a producir miedo por dos vías distintas. Por un lado, por «experiencias aversivas directas», es decir, porque la persona ha sido objeto de burlas o risas por ponerse colorada delante de otros, por lo que una sensación que antes era neutra (notar calor en la cara, puesto que uno no suele verse a sí mismo sofocado) empieza a ser temida. El segundo mecanismo es el «condicionamiento clásico» que estudió Pavlov en su famoso perro: «Como ese rubor aparece en situaciones que producen ansiedad, por ejemplo hablar en público o cometer un error social, adquiere la capacidad de producir ansiedad». En cualquiera de los dos casos, el sonrojo acaba convirtiéndose en una obsesión y, cuanto más se le teme, más fácil es 'encenderse'.
Quien padece esta fobia, destaca el psicólogo, evita las situaciones que le sacan los colores, que generalmente son sociales. Es raro que alguien esté preocupado por ponerse rojo cuando está solo en su casa; lo que le agobia es que alguien lo vea y se ría. «Como en otras fobias, hay también ansiedad anticipatoria», describe el especialista. El afectado se tortura de antemano: «Cuando hable en clase me voy a poner colorado, se reirán de mí, pensarán que estoy nervioso, que soy raro, todos lo van a notar...».
Maldonado asegura que raramente se presenta la fobia al rubor en solitario; es más frecuente que ese miedo sea un síntoma más dentro de una fobia social. Así, la mayoría de los afectados experimentan también otras sensaciones desagradables en su relación con las demás personas -temblor, taquicardia, sudor...- y es frecuente que padezcan «cierto déficit en habilidades sociales», o sea, problemas para comunicarse con los demás en escenarios cotidianos y tendencia al aislamiento.
El psicólogo, que aplica en su consulta el modelo conductual, destaca que el tratamiento más adecuado para la ereutofobia es «la exposición gradual en vivo con prevención de respuesta». En resumen, se trata de que el paciente se someta a las situaciones que le producen fobia, pero gradualmente: comenzará entrenando una situación social poco agobiante para él (por ejemplo, esperar en la cola del banco), cuando la tenga superada pasará a una que le produzca más bochorno (podría ser entablar una conversación casual con un desconocido) y terminará con lo que considere el colmo de lo sonrojante (una opción es intervenir en un coloquio público).
Si el temor a ruborizarse forma parte de una fobia social, agrega, habrá que aplicar también otros tratamientos, como el entrenamiento de habilidades sociales -aprender a iniciar y mantener conversaciones con conocidos y con desconocidos, decir no, pedir cosas, expresar emociones positivas y negativas, recibir críticas...-, programas de mejora de autoestima y modificación de pensamientos negativos. Algunos ejercicios se hacen en la consulta -mediante un juego de rol con el psicólogo o en grupo con otros pacientes- y otros en la vida real.
Antonio Luis Maldonado es contrario a 'operar' este problema sin probar antes soluciones menos radicales, ya que la eficacia del tratamiento psicológico de las fobias es «cercana al 100%». A su juicio, las técnicas quirúrgicas no tendrían que considerarse como primera opción; antes, los afectados deberían saber que hay alternativas para curar la fobia al rubor o la fobia social.
«Me parece una barbaridad que a una persona, no porque tiene rubor, sino porque tiene miedo al rubor, se le haga una intervención quirúrgica -indica-. En la fobia social también hay miedo a que otros te vean el temblor o el sudor. ¿Qué le extirpamos para que no tiemble? Y si tiene miedo a los ascensores, ¿qué hay que hacer, extirpar todos los ascensores de España...?». Lo correcto, afirma, es lo contrario: «En las fobias no hay que eliminar el estímulo fóbico, sino enfrentarse a él y darse cuenta de que no es peligroso, de que no pasa nada».
MÁS INFORMACIÓN
Antonio Luis Maldonado
Centro de Psicología Alborán
C/ Pedro Antonio de Alarcón, 41, 3º G
Granada (España)
Tel. 958 26 50 16
MÁS INFORMACIÓN
Instituto Klein
C/Europa 22, 2ª 3ª
08028 Barcelona (España)
Tel. 93 552 66 34

12 comentarios:

Anónimo dijo...

esta muy interesante el articulo y creo que es muy cierto, ami me pasa muy seguido pero creo que es mas el temor de ponerme roja que el de estar ante un publico o alguien desconocido.

Anónimo dijo...

a mi tambien me parece muy importante por q yo era victima de ello, y creo q tiene razon en cuanto al tratamiento solo q se debe ser muy prudente por q la persona al tratar de enfrentar a la sociedad puede incluso incrementar la misma,fobia,haciendo q el tratamiento sea negativo pero vale la pena intentarlo

Anónimo dijo...

Me parece genial que se publiquen este tipo de artículos. Ya que yo sufro estos síntomas desde siempre y he estado muy angustiada por ello. Por otra parte, es un alivio saber que hay posibles terápias, métodos o soluciones para hacer más ameno este "problema" y que no suponga un calvario rutinario.

:) GRACIAS.

Anónimo dijo...

hola tambien a mi me parece muy interesante el tema ya que yo tambien padesco de este mal que en verdad me afecta mucho mas que todo en los estudios y nose es como un trauma para mi esto y con este articulo ya me siento aliviado y de hecho que su tiene resultado esttos tratamientos.

Anónimo dijo...

"LA HISTORIA DE MI VIDA"
DESDE QUE TENIA 15 ANOS SUFRO DE ESTA FOBIA SOCIAL QUE SE AGRABO LA PRIMERA VEZ QUE ME SONROJE DELANTE DEL GRUPO DE AMIGOS, DESDE ESE MOMENTO MI VIDA HA SIDO UN INFIERNO CRECI SIENDO UNA PERSONA SUMAMENTE INSEGURA Y EVITO TODO CONTACTO SOCIAL, AHORA TENGO 42 ANOS Y ME OPERARIA SIN PENSARLO POR QUE LA ANGUSTIA QUE ESTO CAUSA NO SE LA DECEO A NADIE.
YO PIENSO QUE MI CASO ES EXTREMO YA QUE ME SUCEDE HASTA CON LOS MIEMBROS DE MI FAMILIA, LA VERDAD ME GUSTARIA SABER CUANTO CUESTA LA OPERACION Y CUALES SON LOS RIESGOS.

Anónimo dijo...

Hola la verdad me parecio muy interesante este articulo porque yo sufro de la mismo, y no puedo superarlo porque cada vez que me sonrojo mis compañeros se burlan de mi y ya no se que hacer porque cada vez que me dicen que estoy roja me ponga mas roja y sobre todo porque soy de piel muy blanca y quisiera entrar a terapia aunque si pudiera me operaria.

Anónimo dijo...

Yo tengo 34años y no recuerdo mi vida sin esta situacion y cada vez es peor, mi autoestima baja cada vez mas, no quiero salir a la calle, me limita de actividades y afecta en si toda mi vida mi trabajo mis relaciones...
Si hay algo que me liberara de esta situacion en verdad lo haria sin que importaran las consecuencias...

Anónimo dijo...

A mi también me pasa. El miedo de sonrojarme hace que me sonroje más!
También creo que es cuestión de enfrentarnos poco a poco a nuestros temores. ¿Qué es lo peor que pueda pasar? Lo intentaré :)

Anónimo dijo...

a mi me parece que los efectos de estas exposiciones empeorarian la situacion, quizas haya tratamientos más rigidos, yo optaria por la simpatectomía torácica selectiva.

Anónimo dijo...

me parece muy interesante este articulo,pues es algo que a mi me suele suceder muy amenudo..y me cuesta mucho estar en ambientes sociales,pues con cualquier cosa que me digan lo paso muy mal, ademas a cada momento paso pensando que estoy roja.Por esto me gustaria saber que es lo que puedo hacer para mejorar mi vida y tambn m gustaria conocer todo acerca de esa operacion.

Anónimo dijo...

me encantala nota yo sufro de lo mismo, me pasa de los doce años. aunke con los años he aprendido a superarla, y tal como se dice con tan solo hablar con un extraño, o dar una opinion, pero igual sigue siendo un calvario en ocasiones y para mi es inevitable ponerme roja antes era peor hasta las oreja se me ponian roja y era por cualker cosas pero lo unico es enfrentarse de apoco a situaciones que evitamos

Anónimo dijo...

Hoy me he armado de valor y he ido al medico de cabecera m ha dixo q esto es ansiedad y m ha recetado un betabloqueante m h puesto como un tomate claro y m ha mandado analisis completo y q cuando vaya a tener una situación de tensión m tome la pastilla y a ver como vamos xo x ahora de la operación ni lo nombró